Distrito de Abando, rodeado por la Gran Vía, la avenida Abandoibarra y las calles Lehendakari Leizaola y Máximo Aguirre
LATITUD:
43° 15' 56"
LONGITUD:
2° 56' 28"
PROPIEDAD:
Ayuntamiento de Bilbao
ÓRGANO GESTOR:
Ayuntamiento de Bilbao
TIPOLOGÍA:
Parque Histórico
ENTORNO:
Urbano
ACCESO:
Libre
ACCESIBILIDAD:
SI
El Parque de Casilda Iturrizar está situado sobre los terrenos del barrio de Abando que donó la benefactora doña Casilda Iturrizar.
En 1876, el plan del Ensanche de Bilbao sobre el territorio de Abando preveía un jardín público al fondo de una Gran Vía que debía unir el Arenal de la villa con el convento de San Mamés. Se reservaba para ello un declive hacia la ría, así como otros terrenos llanos en torno a ésta. Se trataba de dotar a la nueva ciudad, que nacía libre, sin las ataduras y condicionamientos propios de los centros históricos antiguos, de un amplio espacio de esparcimiento público, un parque cívico a la manera de las ciudades industriales inglesas y americanas.
El proyecto tardaría un tiempo en ponerse en marcha ya que hasta 1907 no prospera la redacción del plan. Este fue confiado al arquitecto Ricardo Bastida y al ingeniero Juan de Eguiraun quienes, inspirándose en Forestier, proyectista de admirados jardines europeos, propusieron un opción ecléctica entre francesa y romántica, en la que no faltaban alamedas rectas para un perimetral paseo de carruajes y un jardín botánico circular (manera francesa), mezclados con caminos tortuosos, estanques, fuente monumental, cascada y una gruta (manera romántica inglesa). El condicionamiento orográfico forzaba a este eclecticismo pues sólo la parte llana permite largas perspectivas, mientras los declives se acomodan mejor a lo pintoresco.
El propio Forestier fue invitado a Bilbao para informar sobre la marcha del proyecto, y la sola mención de la cascada y el agua estancada remite a otras propuestas suyas: Parques de la Ciudadela en Barcelona y de María Luisa en Sevilla. El parque de Bilbao ha llegado a finales del siglo XX con algunos añadidos (pérgola, fuentes, monumentos ) y varias mermas (el espacio que ocupa el Museo de Bellas Artes, por ejemplo).
La pérgola es un añadido afortunado y consiste en una plaza ovalada oblonga definida por una entrada flanqueda por dos casalicios que se prolongan por unos brazos elípticos para la rosaleda que convergen en una exedra al fondo. El eje mayor coincide con una de las avenidas rectas de la parte llana y tiene también acceso desde los brazos. Pedro de Ispizua, su autor, recurrió a dos lenguajes, uno regionalista (pilares con recuadros cerámicos mudéjares y pavimientos con ladrillos con escudetes) y otro barroco -no arqueológico- en los casalicios y exedra.
Las fuentes y los monumentos El agua es casi tan consustancial a los parques como los árboles. En el parque de Bilbao no se construyó la cascada, pero sí el estanque (Estanque de los patos), el paraje más visitado por los niños de la ciudad. Desechados algunos proyectos verdaderamente monumentales, las fuentes son decorativas-honoríficas, destacando la del andén, un pilar con cuatro surtidores y relieves de bronce, obra de Ricardo Bastida (1914). El fuste muestra un estilo ecléctico, mientras que los surtidores son modernistas. La fuente de Aureliano del Valle, obra de Quintín de Torre (1920), es una bella alegoría figurativa a la música (cuerdas, hilillos de agua que caen del pilonos egipcio que es su enmarque). Por último, al fondo y bajo grandes árboles, encontramos una fuente-banco dedicada a Adolfo Guiard. El parque lleva el nombre de la benefactora bilbaína Casilda Iturrizar. El monumento levantado en su honor en 1905 por el escultor catalán Agustín Querol ha tenido varios asentamientos dentro del recinto. Hoy se enmarca en un estanque, resultando un monumento de tipo tradicional, con un alto fuste de mármol blanco por el que ascienden helicoidalmente figuras que son alegorías de las virtudes de la titular, representada en el busto de bronce que lo corona. En puertas del siglo XXI puede decirse que se ha cumplido la pretensión de los ediles bilbaínos de finales del siglo XIX y el parque es ,en efecto, el más importante paraje de relación social al aire libre de Bilbao.
USOS PREVIOS: Propiedad privada donada por Dª Casilda Iturrizar a los vecinos de Bilbao.
SIGLO
AÑO
PRINCIPALES HITOS
XIX
1876
Plan Urbano del Ensanche de Bilbao
XX
1907
Comienzo de las obras del parque
XX
1941
Construcción del Museo de Bellas Artes de Bilbao, obra incluida íntegramente en el parque
En 1876, el plan del Ensanche de Bilbao sobre el territorio de Abando preveía un jardín público al fondo de una Gran Vía que debía unir el Arenal de la villa con el convento de San Mamés.
El proyecto no se puso en marcha en marcha hasta el año 1907, cuando fue confiado al arquitecto Ricardo Bastida y al ingeniero Juan De Eguiraun. Propusieron una opción ecléptica, entre francesa y romántica, con alamedas perimetrales, un jardín botánico circular, caminos tortuosos, estanques, fuente monumental... adaptados a las condiciones orográficas.
Posteriormente se incorporó la pérgola, obra de Pedro de Ispizua, consistente en una plaza ovalada oblonga delimitada por una entrada flanqueada por dos casalicios que se prolongan por unos brazos elípticos para la rosaleda que convergen en una exedra al fondo.
En 1914 se construye la fuente del andén, obra de Ricardo Bastida y de carácter decorativo-honorífico, consiste en un pilar con cuatro surtidores y relieves de bronce. Posteriormente, en 1920, se construyó la fuente de Aureliano del Valle, una bella alegoría figurativa a la música obra de Quintín de la Torre.
La última gran transformación del parque de Doña Casilda se produjo en la década de 1940 y fue debida a la construcción en su interior del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Fue diseñado por Fernando Urrutia y Gonzalo Cárdenas. La obra, de inspiración neoclásica, concluyó en 1945 siendo declarada Monumento Nacional en el año 1962.
Las constelaciones que se pueden ver desde el parque (orienta la mirada hacia el norte)"
… el Museo de Bellas Artes está incluído en el parque
En el año 1939 la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao llegaron a un acuerdo para acometer la construcción de un edificio nuevo para acoger el Museo de Bellas Artes y de Arte Moderno en el Parque.
El edificio, diseñado por el arquitecto Fernando Urrutia junto con Gonzalo Cárdenas, está inspirado probablemente por los grandes museos históricos. Adoptó formas neoclásicas, combinando la piedra y el ladrillo rojo. Las obras finalizaron en 1945 y en 1962 fue declarado Monumento Nacional.