Pasear por el
Parque Cabezo de Buena Vista supone un acercamiento a la naturaleza en estado puro sin desplazarnos a la montaña, en pleno corazón de la ciudad.
Nuestro paseo toma su inicio en el acceso al pinar a través de la Calle Mariano Renovales, en el Entorno del Aula de Naturaleza, encontrándonos a modo de transición un espacio de más reciente ajardinamiento con palmeras, arizónicas y pinos.
En esta zona se encuentra el instrumento creado por el Servicio de Parques y Jardines, para promover diversas actividades educativas y participativas, el Aula de la Naturaleza.
En estas instalaciones podremos disfrutar de gran variedad de exposiciones, como la de bonsáis celebrada en junio de 2012, y de multitud de actividades relacionadas con la naturaleza.
La siguiente parada de nuestro itinerario se sitúa en el punto más emblemático del Parque Cabezo de Buena Vista, la estatua de Alfonso I El Batallador, coronando el eje monumental con inicio en el Puente Trece de Septiembre y el recorrido en los trazados versallescos del Paseo de San Sebastián del Parque Grande.
En homenaje a uno de los reyes capitales para la consolidación del reino de Aragón se realizó esta majestuosa obra declarada como de Interés Monumental.
A lo largo del paseo que discurre en la zona norte del parque podremos ir aclimatándonos a esta zona semiforestal, contemplando desde uno de los miradores de los que dispone el Cerro del Cabezo, el extenso pinar en pendiente que comunica con el Parque Grande, José Antonio Labordeta.
Continuaremos por este paseo hasta llegar a la zona donde se encuentran las pocas notas ornamentales realizadas por el hombre en este naturalizado parque, en el que el ornato es sustituido por la singularidad y el disfrute de la naturaleza.
El Estanque con sus jarrones ornamentales y sus flores, el monumento A los Aragoneses en los campos de concentración Alemanes y la estatua en homenaje a Vicente Galbe y Sánchez-Plazuelos.
Tras esta parada transitaremos por el extenso pinar que conforma el Cerro del Cabezo de Buena Vista, disfrutando de la naturaleza, la tranquilidad y la sombra proporcionada por las copas de los árboles y nos dirigiremos al Jardín de Invierno, otra de las zonas más emblemáticas del parque constituyendo un recinto totalmente diferente dentro del Cabezo de Buena Vista, con su estilo clásico de parterres geométricos y setos recortados.
Nuestro último tramo del itinerario discurre por el
Paseo de Colón, en paralelo con el magnífico
Canal Imperial de Aragón, rodeados en todo momento por vegetación ribereña descubriremos una de las obras hidráulicas más importantes del
siglo XVIII.